CLAVES PARA COMPRENDER A UN NIÑO INSEGURO
CLAVES PARA
COMPRENDER A UN NIÑO INSEGURO
Desde que
nacemos, nos enfrentamos a un entorno desconocido. Un entorno que, a medida que
crecemos, va ampliándose y vamos descubriendo. El proceso del aprendizaje
infantil está íntimamente ligado a este diálogo constante
entre la ingenua percepción del niño y un entorno material, constituido por
personas, ideas y objetos, que van conformando su experiencia.
Este continuo ir y venir de estímulos potencia
las capacidades cognitivas y sociales del niño y le
permiten avanzar hacia mayores estadios de madurez motora e intelectual. Sin
embargo, en este camino, los niños pueden sufrir pequeños desajustes
emocionales que en ocasiones desembocan en cuadros de angustia.
Los niños de menos de seis años son
especialmente vulnerables a este tipo de desajustes. Su universo es el espacio
doméstico y cotidiano, donde recoge los distintos estímulos procedentes de sus
padres, que son los primeros y principales agentes educativos. En este
contexto, el menor puede estar expuesto a distintas particularidades y
circunstancias que influyen negativamente en su bienestar psicológico: desde
un estilo parental sobreprotector o negligente, pasando por
entornos domésticos especialmente estresantes, hasta familias en las que existe
violencia y maltrato.
La suma de factores de riesgo puede
desencadenar lo que algunos expertos denominan “síndrome del niño
inseguro”.
*Causas del niño inseguro
Los episodios traumáticos que
experimenta el niño pueden producirle cuadros de ansiedad y
tristeza. Cuando estos síntomas se prolongan en el tiempo, pueden desencadenar
en depresión, aislamiento y sentimientos de culpa e inseguridad
Sin embargo, otros fenómenos
aparentemente menos importantes, como el cambio de domicilio, una experiencia
percibida como traumática en la guardería (aunque para los adultos ésta no
tenga importancia) o la muerte de una mascota, pueden ser causa de su
inseguridad.
A esta temprana edad, la rutina ofrece
seguridad y estabilidad. Por eso, las situaciones que rompen este equilibrio
son vividas como un peligro creando disociación y cuadros de ansiedad.
*Síntomas y señales frecuentes en el niño
inseguro
Experimentar
inseguridad e incomodidad en la infancia puede ralentizar el proceso de
aprendizaje y, en casos graves, incluso una regresión a etapas anteriores
del desarrollo cognitivo. Esto significa que un niño inseguro es también una persona
menos capacitada para adaptarse a las exigencias del entorno; un niño que no
asume riesgos y que tiende a estancarse.
Las señales más
habituales que nos alertan que nuestro hijo tiene inseguridad son las
siguientes:
· Alteraciones
en la higiene personal. Son
niños que dependen de sus padres para ducharse, vestirse, limpiarse, etcétera.
· Desajustes
en la conducta afectiva: inestabilidad
emocional,desobediencia en las figuras de autoridad,
impulsos agresivos. En algunos casos, pueden presentar justo los síntomas
contrarios: pasividad, timidez, apocamiento… Pueden llorar mucho o
demandar mucha atención.
· Problemas
en el desarrollo motor: pierden
capacidad para desplazarse o incluso para ponerse de pie, pierden habilidad
para dibujar, hacen ademanes sin sentido…
· Cambio
en el comportamiento durante el juego: practican roles de una edad inferior a la que
tienen, presentan temor y juego repetitivo y monótono.
· Cambios
en la alimentación: están
mucho rato masticando, hacen chasquidos al masticar, presentan dificultades a
la hora de usar los cubiertos, y hasta pueden vomitar más de lo normal.
· Problemas
para dormir: son niños que no
quieren irse a dormir, muestran inquietud, somniloquia (hablan y murmullan
cosas estando dormidos), presentan terrores nocturnos, y en general piden ayuda
a los padres para dormir (luz encendida, reclamar a la madre que duerma con
él/ella)…
· Bajada
en el rendimiento escolar: problemas
de concentración y de rendimiento en el colegio.
· Dificultades
notables en la expresión corporal y oral: por ejemplo, se manifiesta a través de un
lenguaje impropio para la edad, o con una excesiva teatralización.
¿Qué hacer si mi hijo presenta algunos
síntomas de inseguridad?
Ante todo, calma. En
muchos casos, los niños pueden tener etapas en las que se muestran algo más
inseguros, y esto no es alarmante por sí solo. Durante la infancia, son muchos
los estímulos que reciben y debemos tratar de ser comprensivos y
solidarios con su forma de actuar.En los casos en que existan distintos factores de riesgo y el niño
presente una sintomatología amplia y prolongada en el tiempo, deberíamos
empezar a pensar en acudir al centro educativo para conocer de primera mano la
valoración de los maestros. En caso de que el personal del centro educativo
también considere que hay algún problema, será aconsejable contactar con algún
especialista (médico, pedagogo o psicólogo educativo) que pueda orientarnos y
tratar al niño para resolver las causas de la inseguridad.
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